viernes, 19 de octubre de 2012



El sueño:



  • Procura mantenerle activo y despierto durante el día., permitiéndole una media hora de siesta o reposo después de comer (a poder ser sin encamarse).
  • Asegurarte de que la temperatura de la habitación es la adecuada.
  • Procura un ambiente tranquilo, sin ruidos, con luz tenue.
  • Retira los objetos que puedan asustarle.
  • Es conveniente que tenga un despertador grande y luminoso de noche a la vista.
  • No dejar ropa a mano, porque puede desorientarse, pensar que es hora de levantarse y vestirse.
  • Establecer una rutina de actividades antes de acostarse, para que identifique lo que debe hacer. Por ejemplo, el vaso de leche, ir al WC, lavarse, ponerse el pijama y acostarse.También puede ayudarle poner siempre una misma música suave mientras se realizan estas actividades, de manera que asocie la música con dormir.
  • Procurar acostarle y levantarle siempre a la misma hora.
  • Si se levanta por la noche, llevarle hasta la ventana, subir la persiana, que él mismo vea que es de noche, y ayudarle a volver a acostarse.
  • Si, a pesar de los cuidados, no se consigue que duerma, consultar al médico; existen medicamentos muy eficaces para dormir



La importancia de la comunicación en esta enfermedad:

Saber cómo hay que comunicarse es importante. Necesitaras utilizar diferentes maneras para hacer que le lleguen los mensajes, porque la persona cada vez será más incapaz de expresar sus ideas en palabras y menos capaz de entender lo que se le está diciendo. 

Una suave caricia, movimientos corporales, la expresión de la cara y el tono de su voz pueden conformar mensajes a los que la persona con Alzheimer puede que responda. Al mismo tiempo, la persona puede “hablarte” mediante acciones y expresiones cuando ya no es capaz de expresar algo con palabras. 


Las siguientes orientaciones pueden resultarle útiles: 

  • El escenario: la comunicación siempre es más fácil  si no están pasando otras cosas al mismo tiempo.Por ejemplo, si la televisión o radio está distrayendo  a la persona que padece la enfermedad, apágala.
  •  Llama su atención: acércate a la persona despacio y de frente. Suavemente, toca su mano o su brazo para llamar su atención. No empieces a hablar hasta que sepa que está preparado para escuchar.
  • Contacto ocular: si es posible, siéntate frente a él, quédate así y mantén el contacto ocular. Esto hará que le resulte más fácil entender lo que  le estás diciendo. 
  • Habla despacio y claro: utiliza palabras sencillas y frases cortas. Habla claramente y despacio. Si la persona tiene problemas auditivos, acércate y baja el tono de  voz.  
  • Solo un mensaje: mantén una conversación sencilla. No incluyas muchos pensamientos e ideas al mismo tiempo. No des muchas opciones. Las preguntas que se pueden contestar con un “si” o un “no” son mucho más fáciles de contestar que las preguntas abiertas. “¿Te gustaría tomar sopa para cenar?” Es más fácil de responder que “¿Qué quieres para cenar?” 
  • Atiende a las reacciones: las reacciones que tenga a lo que dice pueden darte una idea de lo que entiende. Pon atención en las expresiones de su cara.  
  • Repite la información importante: si la persona no ha entendido el mensaje en un primer momento, repítelo, utilizando las mismas palabras. 
  • Hablar y enseñarle objetos: muéstrale lo que quieres decir con palabras. Por ejemplo, si le vas a lavar la cabeza, ten el champú y la toalla en las manos mientras se lo explicas .http://youtu.be/T91bOB7J4w8




A la hora de vestirle ten en cuenta:

Vestirse es una tarea compleja que implica el desarrollo de otras habilidades: elegir las prendas, ponérselas correctamente, etc. Supone la coordinación de distintas funciones cerebrales que están afectadas por la enfermedad. Empieza a ser más dificultoso en fases medias y se manifiesta en problemas para escoger la ropa acorde al clima o para recordar el último cambio de muda, entre otros.
A la hora de realizar esta actividad puedes encontrarte oposición y rechazo en tu familiar. Intenta, como primera medida, simplificarla teniendo en cuenta el grado de deterioro.




  • Ofrece tan sólo dos opciones y organiza su armario de manera que sólo encuentre la ropa de temporada y prendas que combinen entre sí.
  • Mantén todo en el mismo orden y acorde al proceso de vestirse: la ropa interior más al alcance y después el resto.
  • Evita lo innecesario; guarda los accesorios como corbatas y bufandas en otro sitio y déjalos para el final.
  • Ten bajo llave elementos que pueden ser peligrosos como gemelos, pasacorbatas...

Si se desnuda con frecuencia, usa prendas difíciles de quitar: abotonadas por detrás, pantalón con tirantes, ropa interior tipo body, leotardos o calcetines altos (siempre que no padezca incontinencia).

Y si requiere ayuda física importante:


  • Intenta que colabore: recuerda que la parte superior es más fácil de poner.
  • Puedes vestirle en la cama la parte inferior y la superior sentado.
  • Si se mueve con gran dificultad pide ayuda: puedes  lesionarte y hacer daño a tu familiar.
  • Si se opone a vestirse cesa el intento, distráele y prueba más tarde.



La alimentación:

El acto de comer suele ser un elemento conflictivo para un enfermo de Alzheimer. Algunas personas quieren comer todo el tiempo, mientras que a otras hay que estimularlas para que mantengan una buena dieta.


  • Si el  tiene problemas para masticar y tragar los alimentos, trata de cortar la comida en partes muy pequeñas. Estimula a la persona para que mastique, tocando la lengua de la persona con una cuchara. Suavemente, pon su mano sobre la garganta para recordarle que debe pasar los alimentos. Mueve su barbilla para recordarle que debe continuar masticando.
  • A las personas que tienen problemas para masticar o que tienen una dentadura sensible, es conveniente darles comidas suaves.
  • Si tragar la comida es un problema, tritura la comida. También, recuerda que el enfermo puede sentirse confundido si se mezcla la sopa o el puré con alimentos no triturados (no hay que incluir “tropezones”).
  • Los suplementos alimenticios líquidos son casi siempre muy costosos y con un alto contenido en sal. Tu mismo puede prepararlos en casa. Si come regularmente, utiliza suplementos entre las horas de comida o por la noche, o cuando rehúse comer a horas determinadas. Antes de utilizar suplementos alimenticios, consulta con tu médico.
  • Durante la hora de las comidas, mantén un ambiente tranquilo y sin distracciones, como la televisión o radio. Trata de llevar a cabo comidas regulares con la familia, tantas veces como sea posible. La conversación y la interacción social son siempre beneficiosas.
  • Se regular con el horario de comidas. Muchos cuidadores encuentran útil servir varias veces al día raciones más pequeñas en lugar de realizar tres grandes comidas al día. En cualquier caso, debes ser constante y respetar los mismos horarios cada día.
  • Pon la mesa de forma sencilla. Evita colocar objetos que puedan distraer al enfermo.
  • Pon la mesa solamente con los cubiertos necesarios para comer. Evita usar platos o manteles con diseños que pueden confundirle. Usa un plato diferente de color al mantel y sirve los platos uno por uno.
  • Motivalo para que sea independiente, permítele usar los cubiertos y comer algún alimento con los dedos.
  • Sirve líquidos con algún espesante para evitar atragantamientos.

¿Cómo afrontar el momento del baño o ducha?

Es una tarea compleja que se combina con otras como desnudarse, entrar y salir de la bañera y asearse. Esto, unido a las consecuencias mentales de la enfermedad (temor ante personas y situaciones que no reconoce,  desinterés por el aspecto, etc.), hará que sea una de las actividades que provoquen más rechazo en tu familiar.


  • Es conveniente mantener los hábitos anteriores: si el baño no era diario no insistas en ello. Intenta realizarlo en los momentos del día en que está más relajado respetando una rutina: siempre a la misma hora y en el mismo lugar.
  • Conviene no ir con prisas: prepara la bañera antes de que él entre en el cuarto, no llenes demasiado y no añadas geles ni espumas que puedan provocar resbalones.
  • Una vez preparado acompáñele mientras le comentas qué van a hacer. Las instrucciones verbales deben ser breves, ordenadas y dejando tiempo para ejecutarlas. Por ejemplo: “quítate la falda”, “coge la esponja”,”frótate las piernas”. Deja que explore antes los elementos que va a usar: puede tocar el jabón, la esponja, etc.
  • A la hora de vestirse, dale las prendas de una en una y dile que se las ponga. Si quieres mantener su intimidad, puedes apartarte un poco, pero no le dejes solo.

En muchas ocasiones, los enfermos de Alzheimer se niegan a bañarse. Si fuera así, no discutas ni le fuerces, inténtelo más tarde. Y si continuara negándose, limítate a lavarle bien.

Cuando sea imprescindible el aseo en la cama, sigue las siguientes recomendaciones:
  • Coloca un plástico sobre las sábanas o utiliza sistemas con desagüe especiales.
  • Puedes hacerlo con una manguera unida a un grifo o con una palangana vigilando en todo momento la temperatura de la habitación.
  • Aprovecha el momento del aseo para comprobar el estado de la piel y las uñas. Controla las zonas enrojecidas e irritadas. Seca e hidrata bien la piel.
  • Usa guantes de látex cuando puedas entrar en contacto con fluidos corporales o heces.


Consejos básicos para cuidar a un enfermo de alzheimer:



  • Seguir una rutina diaria. Asegurarse de que haya muchos objetos familiares alrededor.
  • Mantenerse al tanto de dónde está el paciente y de su seguridad. Un método que algunas familias usan para prevenir que el paciente se extravíe es ponerle campanas a todas las puertas que den al exterior.
  • Asegurar que el paciente coma bien y beba una abundancia de líquidos.
  • Ayudar al paciente a que se mantenga los más independiente posible por el mayor tiempo posible.
  • Proporcionar oportunidades para que el paciente haga ejercicios regularmente y no se olvide de la recreación.
  • Seguir relacionándose con los amigos y la familia.
  • Emplear ayudas escritas para la memoria como calendarios y grandes relojes, listas de las tareas diarias, recordatorios acerca de las rutinas o medidas de seguridad e identificando las etiquetas en los objetos que pueden olvidarse.
  • Asegurarse que el paciente se haga chequeos regulares.
  • Planificar necesidades futuras como la atención en Centros de Día y el ingreso en una Residencia.
  • Dar mucho apoyo emocional al paciente y a todos los prestadores de asistencia.
  • Asegurarse que el paciente tome los medicamentos regularmente, si se prescriben.
  • Asociarse a un grupo de apoyo para los miembros de la familia.
  • Pedir ayuda con las finanzas, arreglos legales, asesoramiento diario, temas emocionales, atención de reposo o arreglos del hogar para convalecientes cuando se necesite.
  • Revisar el hogar en cuestiones de medidas de seguridad, como barras en la pared cerca de la taza del baño y la bañera, luces nocturnas en los pasillos y en las escaleras, alfombras no resbaladizas, etc.
  • Asegurarse que todos los profesionales sanitarios tengan una lista completa de todas las recetas y todos los medicamentos sin receta del paciente.

jueves, 18 de octubre de 2012




3o minutos viviendo con el alzheimer:






Video muy interesante sonre la enfermedad del Alzheimer

http://youtu.be/EWXTaUAz4Zg
Etapas en la enfermedad del Alzheimer:

Las tres etapas que figuran a continuación representan la progresión general de la enfermedad. Sin embargo, la enfermedad de Alzheimer no afecta a todos de la misma manera, por lo que estos síntomas varían en gravedad y cronología. Habrá fluctuaciones, incluso a diario, y superposición de los síntomas. Algunas personas experimentan muchos síntomas, otras sólo unos pocos, pero el progreso general de la enfermedad es bastante predecible. En promedio, las personas con Alzheimer viven de 8 a 10 años después del diagnóstico, pero esta enfermedad terminal puede durar hasta por 20 años.

Etapa 1 (leve): 
Temprano en la enfermedad, las personas con Alzheimer tienden a ser menos enérgicas y espontáneas. Muestran pérdida mínima de la memoria y cambios de humor, y son lentos para aprender y reaccionar. Ellos se hacen aislados, evitan la gente y nuevos lugares y prefieren lo familiar. Los individuos se confunden, tienen dificultades para la organización y planificación, se pierden fácilmente y ejercen un pobre juicio. Ellos pueden tener dificultad para realizar las tareas de rutina, y tienen dificultad para comunicarse y comprender material escrito. Si la persona está empleada, la pérdida de memoria puede comenzar a afectar el rendimiento en el trabajo. Ellos pueden convertirse en personas enojadas y frustradas.

Etapa 2 (moderada):
 En esta etapa los individuos pueden todavía realizar tareas simples independientemente, pero pueden necesitar la ayuda con actividades más complicadas. Ellos olvidan los acontecimientos recientes y su historia personal, y cada vez están más desorientados y desconectados de la realidad. Las memorias de un pasado lejano puede ser confusas con el presente, y afectan la capacidad de la persona para comprender la situación actual, fecha y hora. Pueden tener problemas para reconocer personas familiares. Aumentan los problemas del habla y comprensión, la lectura y la escritura son más difíciles, y el individuo puede inventar palabras. Ya no pueden estar seguros solos y pueden deambular. Mientras los pacientes de la enfermedad de Alzheimer se hacen más conscientes de esta pérdida de control, se pueden hacer depresivos, irritables e inquietos o apáticos y aislados. También pueden experimentar trastornos del sueño y tienen más dificultad para comer, vestirse y asearse.

Etapa 3 (grave):
 Durante esta fase final, la gente puede perder la capacidad para alimentarse a sí misma, hablar, reconocer personas y el control de las funciones corporales. Su memoria se agrava y puede llegar a ser casi inexistente. La atención constante es  necesaria. En un estado físico debilitado, el paciente puede llegar a ser vulnerable a otras enfermedades y problemas respiratorios, sobre todo cuando tiene que estar confinado a la cama.




¿ Qué es el Alzheimer?

Actualmente alrededor de 35 millones de personas en todo el mundo sufren Alzheimer y otras demencias. El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2010, divulgado por el Instituto Karolinska de Suecia y el King's College de Londres, estima que la cifra de enfermos será el doble en 2030 y el triple para 2050.


La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad irreversible y progresiva del cerebro que destruye lentamente la memoria, el pensamiento, el lenguaje y, con el tiempo, incluso la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples. En la mayoría de las personas afectadas, los síntomas aparecen por primera vez después de los 60 años de edad

La causa del alzheimer permanece desconocida. Las investigaciones suelen asociar la enfermedad a la aparición de placas senilesovillos neurofibrilares.
 Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que retarde o detenga el progreso de la enfermedad. 
Para la prevención del alzheimer  se han sugerido un número variado de hábitos conductuales, pero no hay evidencias publicadas que destaquen los beneficios de esas recomendaciones, incluyendo estimulación mental y dieta balanceada.

El papel que juega el cuidador del sujeto con alzhéimer es fundamental, aún cuando las presiones y demanda física de esos cuidados pueden llegar a ser una gran carga personal.